Ha pasado un año desde que la Dra. Iradier fuera requerida para tratar las graves lesiones oculares sufridas por el Sgto. González y el Tte. Candón heridos en la explosión. Innumerables cirugías, permanentes cuidados médicos, el tesón y valentía de unos pacientes excepcionales ha logrado un final feliz. Hoy ambos cuentan orgullosos que vuelven a montar en bicicleta.
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